Ansiedad

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    Última actualización: Noviembre 2021

     

    Un paciente ansioso presenta a un tiempo trastornos:

    • psíquicos: inquietud pertinaz, p. ej. miedo a padecer una enfermedad grave, miedo sin objeto definido, fobias;
    • del comportamiento: nerviosismo, conductas de evitación, tendencia al aislamiento, irritabilidad;
    • somáticos: p. ej., boca seca, « nudo en la garganta »; a veces múltiples quejas físicas inexplicables (sensación de malestar general, oleadas de calor o escalofríos, dolores difusos, etc.);
    • del sueño (dificultades para conciliar el sueño y pesadillas recurrentes) y problemas de concentración.

     

    Los trastornos ansiosos son frecuentes en las depresiones, los trastornos de estrés postraumático y las psicosis. Pueden presentarse también aislados, sin otros trastornos psíquicos asociados. Con frecuencia, los trastornos ansiosos sobrevienen en el periodo inmediatamente posterior a un acontecimiento vital difícil. Múltiples quejas físicas inexplicables son frecuentes en refugiados y personas expuestas a la adversidad; en algunas culturas pueden ser la única manera de expresar el sufrimiento psíquico. 

    Conducta a seguir

    Tratar de determinar el origen de la ansiedad y tranquilizar al paciente (sin minimizar la angustia o los síntomas). Si es necesario, utilizar técnicas simples de relajación para reducir los síntomas a Citation a. Por ejemplo, en caso de polipnea, utilizar una técnica de regulación del ritmo respiratorio: instalar al paciente en una posición confortable, ojos cerrados. Ayudarle a concentrarse en su respiración para que se haga más calmada y regular, con ciclos respiratorios en tres tiempos: inspiración (contar hasta 3), espiración (idem) pausa (idem). .

     

    Si el paciente desarrolla síntomas más marcados (p. ej., taquicardia, sensación de ahogo, miedo a morir o « a volverse loco », agitación o por el contrario postración), puede ser necesario utilizar diazepam: 5 a 10 mg VO o 10 mg IM, a repetir eventualmente al cabo de una hora.

     

    Un estado ansioso agudo severo puede justificar un tratamiento corto (2 a 3 semanas máx.) con:
    diazepam VO: 2,5 a 5 mg 2 veces al día; reduciendo la dosis a la mitad en los últimos días antes de suspender el tratamiento

     

    En caso de trastorno de ansiedad moderada durante más de 2 semanas, administrar como tratamiento de primera línea:
    hidroxicina VO: 25 a 50 mg 2 veces al día (100 mg al día máx.)
    o, únicamente si tras una semana no hay mejoría, diazepam VO: 2,5 a 5 mg 2 veces al día durante 2 semanas máx.

     

    Si la ansiedad reaparece al suspender el tratamiento, no reanude el diazepam o la hidroxicina. Se debe tener en cuenta la posibilidad de una depresión o de un síndrome post-traumático.

     

    En caso de trastorno de ansiedad generalizada durante más de dos meses y sin mejoría a pesar de intervenciones psicosociales, es preferible utilizar un antidepresivo (fluoxetina o paroxetina VO: 20 mg una vez al día), a seguir durante 2 a 3 meses tras la desaparición de los trastornos, con una supresión progresiva en 2 semanas.

     
    Notas
    • (a)Por ejemplo, en caso de polipnea, utilizar una técnica de regulación del ritmo respiratorio: instalar al paciente en una posición confortable, ojos cerrados. Ayudarle a concentrarse en su respiración para que se haga más calmada y regular, con ciclos respiratorios en tres tiempos: inspiración (contar hasta 3), espiración (idem) pausa (idem).