Última actualización: Agosto 2022
Una secreción vaginal anormal se define como una secreción vaginal de color/olor/consistencia no habitual (p. ej., cambio de color, purulenta, maloliente).
Se acompaña con frecuencia de prurito vulvar o dolores al tener relaciones sexuales (dispareunia), irritaciones durante la micción (disuria) o dolor abdominal bajo. Debe buscarse sistemáticamente una secreción vaginal anormal en las pacientes que presentan estos síntomas.
Una secreción vaginal anormal puede ser signo de una infección de la vagina (vaginitis) y/o del cuello del útero (cervicitis) o de una infección genital alta.
La secreción vaginal debe ser confirmada mediante examen clínico: inspección de la vulva, examen con espéculo para detectar una posible secreción o inflamación del cuello uterino o la vagina.
La palpación abdominal y el tacto pelviano deben practicarse sistemáticamente a todas las mujeres que presenten una secreción vaginal anormal para descartar una infección genital alta (dolor abdominal bajo y dolor a la movilización del cuello del útero).
Los principales gérmenes implicados son:
- Para la vaginitis: Gardnerella vaginalis y otras bacterias (vaginitis bacteriana), Trichomonas vaginalis (tricomoniasis) y Candida albicans (candidiasis).
- Para la cervicitis: Neisseria gonorrhoeae (gonococia) y Chlamydia trachomatis (clamidiasis).
- Para las infecciones genitales altas: ver Infecciones genitales altas.
Abordaje
La cervicitis resulta difícil de diagnosticar. En caso de duda, tratar una cervicitis en toda mujer que presente una secreción vaginal anormal y al menos uno de los factores de riesgo siguientes:
- Secreción uretral en la pareja sexual
- Contexto de violencia sexual o prostitución
- Nueva pareja o más de una pareja en el transcurso de los 3 últimos meses
Laboratorio
- Se recomienda las pruebas moleculares (PCR) Xpert para la detección de C. trachomatis y N. gonorrhoea.
- El examen al microscopio efectuado en fresco puede mostrar la presencia de Trichomonas vaginalis móviles, hongos levaduriformes e hifas en el caso de candidiasis y células clave en la vaginitis bacteriana.
- El análisis para demostrar la presencia de N. gonorrhoeae por tinción de Gram no resulta sensible en las mujeres y no se recomienda.
Tratamiento de la paciente
Cervicitis
Tratar una clamidiasis Y una gonococia:
Tratamiento de la clamidiasis | Tratamiento de la gonococia | |
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En la mujer no embarazada | ||
azitromicina VO: 1 g dosis única |
MÁS |
ceftriaxona IM: 500 mg dosis única |
En la mujer embarazada | ||
azitromicina VO: 1 g dosis única |
MÁS | ceftriaxona IM: 500 mg dosis única o, en su defecto, cefixima VO: 400 mg dosis única |
Vaginitis bacteriana y tricomoniasis
tinidazol VO: 2 g dosis única
o metronidazol VO: 2 g dosis única
En caso de fracaso terapéutico:
tinidazol VO: 500 mg 2 veces al día durante 5 días
o metronidazol VO: 400 a 500 mg 2 veces al día durante 7 días
Candidiasis vulvovaginal
clotrimazol (cp ginecológico de 500 mg): un comprimido al acostarse que debe ser introducido profundamente en la vagina, dosis única
Si la paciente presenta una candidiasis vulvar extensa, además del tratamiento intravaginal descrito puede aplicarse en la vulva crema de miconazol 2% (una aplicación 2 veces al día durante 7 días). El miconazol puede complementar el tratamiento con clotrimazol, pero no lo sustituye.
Tratamiento de la pareja
Para una vaginitis y una cervicitis, la pareja sexual recibe el mismo tratamiento que la paciente, sea la pareja sexual sintomática o no.
En caso de candidiasis vulvovaginal, la pareja solo se trata si es sintomática (inflamación y picor en el glande/prepucio): crema de miconazol 2%, una aplicación 2 veces al día durante 7 días.