Infección debida al virus herpes simplex. La primo-infección tiene lugar típicamente en la infancia (6 meses-5 años) y se manifiesta como una gingivoestomatitis aguda, a veces severa. Después de la primo-infección, el virus persiste en el organismo y conlleva en algunos pacientes brotes de herpes labial (reactivación episódica del virus) habitualmente benignas.
Signos clínicos
- Gingivoestomatitis herpética aguda
Vesículas múltiples en la mucosa bucal y los labios, que se rompen y forman ulceraciones amarillentas dolorosas, a veces extensas. Estas lesiones generalmente se asocian a un malestar general, adenopatías satélites y fiebre.
- Herpes recurrente labial
Vesículas en racimo en la unión cutaneomucosa de los labios.
Ante repeticiones frecuentes o en caso de formas extensas, pensar en una infección por VIH (ver Infección por VIH y sida, Capítulo 8).
Tratamiento
Gingivoestomatitis herpética aguda
- Tratar el dolor: paracetamol o ibuprofeno VO (Capítulo 1).
- En caso de lesiones severas, imposibilidad de beber y dolor importante:
- Hospitalizar al niño (riesgo importante de deshidratación).
- Si se presenta en las 96 horas que siguen a la aparición de los síntomas, aciclovir VO durante 5 a 7 días:
Niños menores de 2 años: 200 mg 5 veces al día
Niños de 2 años y más y adultos: 400 mg 5 veces al día
- En caso de superinfección bacteriana: amoxicilina VO durante 7 días.
En los pacientes immunodeprimidos: ver Infección por VIH y sida, Capítulo 8.
Herpès labial
Resolución espontánea en 7 a 10 días. Eventualmente, aplicación local de un antiséptico (clorhexidina o povidona yodada); paracetamol VO si es necesario.
Las dos formas son contagiosas: no tocar las lesiones (o lavarse las manos seguidamente); evitar los contactos bucales.