Bronquiolitis

Select language:
Permalink
Contenido

    Última actualización: Octubre 2023

     

    La bronquiolitis es una infección vírica epidémica y estacional de las vías respiratorias inferiores en niños menores de 2 años caracterizada por la obstrucción bronquiolar.
    El virus respiratorio sincitial (VRS) es el responsable del 70% de los casos de bronquiolitis. La transmisión del VRS es directa, por inhalación de gotitas (tos, estornudos), e indirecta, por contacto con manos y material contaminados por secreciones infectadas.
    En la mayoría de los casos, la bronquiolitis es benigna, se resuelve de forma espontánea (con posibilidad de recidiva) y el tratamiento se efectúa ambulatoriamente.
    Pueden producirse cuadros graves que ponen en peligro al niño por agotamiento o infección bacteriana secundaria. Es necesario hospitalizar cuando el niño presenta signos/criterios de gravedad (10 a 20% de los casos).

    Signos clínicos

    • Taquipnea, disnea, sibilancias, tos, secreción abundante espumosa y obstructiva.
    • En la auscultación: espiración alargada con sibilancias difusas bilaterales; a veces, crepitantes finos, difusos al final de la inspiración.

    Una rinofaringitis con tos seca, sin fiebre o acompañada de fiebre moderada, aparece 24 a 72 horas antes de estos signos.

     

    • Signos de gravedad:
      • Empeoramiento importante del estado general, aspecto tóxico (palidez, tez grisácea).
      • Apneas, cianosis (revisar labios, mucosa bucal y uñas).
      • Distrés respiratorio (aleteo nasal, tiraje esternal/torácico).
      • Ansiedad y agitación (hipoxia), alteración del nivel de conciencia.
      • Frecuencia respiratoria >60/minuto.
      • Disminución de los signos de distrés respiratorio (agotamiento) y descenso de la frecuencia respiratoria (<30/minuto en menores de 1 año y <20/minuto en menores de 3 años). Atención a no atribuir estos signos a una mejoría clínica.
      • SpO2 <92 % de forma persistente.
      • Sudores, taquicardia en reposo y en ausencia de fiebre.
      • Silencio en la auscultación (broncoespasmo grave).
      • Dificultad para beber o amamantarse (mala tolerancia al esfuerzo).

    Tratamiento

    El tratamiento es sintomático. Los signos y síntomas de obstrucción duran unos diez días, la tos puede persistir 2 semanas o más tiempo.

     

    Los niños que cumplen alguno de los criterios siguientes son hospitalizados:

    • Presencia de un signo de gravedad
    • Patología preexistente (cardíaca, pulmonar, desnutrición, infección por VIH, etc.)

     

    La hospitalización se considera caso por caso en las siguientes situaciones:

    • Patología aguda asociada (gastroenteritis vírica, infección bacteriana, etc.)
    • Edad inferior a los 3 meses

     

    En los demás casos, el niño puede ser tratado en casa siempre y cuando se indique a los progenitores cómo llevar a cabo el tratamiento y cuáles son los signos de gravedad ante los que deben volver a consultar.

    Tratamiento ambulatorio

    • Irrigación nasal con cloruro de sodio al 0,9% antes de alimentar al niño (enseñar la técnica a las madres) a Citation a. Colocar al niño en decúbito dorsal con la cabeza ladeada y realizar instilaciones nasales con cloruro de sodio al 0,9%, una en cada fosa nasal. .
    • Se debe alimentar al niño de forma frecuente y con poca cantidad para reducir los vómitos desencadenados por los accesos de tos.
    • Aumento del aporte hídrico en caso de fiebre y/o secreciones importantes.
    • Tratar la fiebre (Capítulo 1).
    • Manipular al paciente lo menos posible y evitar procedimientos innecesarios.

    Hospitalización

    • En todos los casos:
      • Poner al niño en posición semisentada (± 30º).
      • Lavado nasal, alimentación con poca cantidad y frecuente, tratamiento de la fiebre: como en el tratamiento ambulatorio.
      • Aspiración suave de las secreciones bucofaríngeas si es necesario.
      • Controlar el aporte líquido: los requisitos normales son de 80 a 100 ml/kg/día + 20 a 25 ml/kg/día en caso de fiebre elevada o secreciones muy profusas.

     

    • En función de los síntomas:
      • Oxígeno nasal humidificado en caso de distrés respiratorio o SpO2 <92%.
      • En caso de fatiga importante al mamar o vómitos, los requisitos hídricos se pueden aportar por sonda nasogástrica (volúmenes pequeños de forma frecuente) o por vía IV durante el menor tiempo posible. No dar de mamar o alimentación por boca a un niño con taquipnea grave, pero no prolongar más de lo necesario la alimentación por sonda (compromiso respiratorio) o la perfusión.
      • El tratamiento broncodilatador no está indicado, pero se puede administrar un tratamiento de prueba en caso de distrés respiratorio grave (salbutamol inhalador dosificador, 100 microgramos/inhalación: 2 o 3 inhalaciones con una cámara de inhalación, repetir 2 veces con un intervalo de 30 minutos). Si el salbutamol es eficaz en el alivio de los síntomas, se continúa el tratamiento (2 o 3 inhalaciones cada 6 horas en la fase aguda y luego disminución progresiva a medida que se produce la mejoría); si la prueba no es eficaz, se debe interrumpir el tratamiento.
      • La antibioterapia no está indicada salvo en caso de sospecha de complicación infecciosa como una neumonía bacteriana.

    Prevención y control

    La transmisión nosocomial del virus es elevada:

    • Agrupar a los niños con bronquiolitis, separados de los demás niños (agrupación por cohortes).
    • Dado que la infección se transmite sobre todo por las manos, la medida de prevención más importante es el lavado de las manos después de todo contacto con los pacientes y los objetos o las superficies en contacto con los pacientes sobre los cuales el virus sobrevive varias horas.
    • Además, el personal debe llevar bata, guantes y máscara quirúrgica cuando esté en contacto con los pacientes.

     

    Notas
    • (a)Colocar al niño en decúbito dorsal con la cabeza ladeada y realizar instilaciones nasales con cloruro de sodio al 0,9%, una en cada fosa nasal.