Esquistosomiasis

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    Las esquistosomiasis son parasitosis viscerales agudas o crónicas, provocadas por 5 especies de gusanos trematodos (esquistosomas). Las 3 especies principales que parasitan al hombre son Schistosoma haematobium, Schistosoma mansoni y Schistosoma japonicum. El área de distribución de Schistosoma mekongi y Schistosoma intercalatum es más limitada.

     

    El hombre se contamina durante los baños en aguas dulces infestadas de larvas de esquistosomas. Las fases de infestación (prurito transitorio en el momento de la penetración transcutánea de las larvas) y de invasión (manifestaciones alérgicas y síntomas digestivos durante la migración de los esquistosomulas) con frecuencia pasan inadvertidas. Generalmente se sospecha el diagnóstico en la fase de estado. Cada especie determina una forma clínica: esquistosomiasis genito-urinaria debida al S. haematobium, esquistosomiasis intestinal debida al S. mansoni, S. japonicum, S. mekongi y S. intercalatum

     

    La gravedad de la enfermedad depende de la carga parasitaria, factor importante puesto que los pacientes con mayor carga parasitaria son más propensos a sufrir afectación visceral con secuelas a veces irreversibles. Los niños de entre 5 y 15 años constituyen el grupo más vulnerable con los niveles de incidencia y de carga parasitaria más elevados.

     

    Se debe administrar un tratamiento antiparasitario, incluso cuando existe un riesgo de reinfección, en orden a reducir el riesgo de lesiones severas.

    Signos clínicos

     

    Parásitos/Epidemiologia a Citation a. Para más información sobre la distribución geográfica de las esquistosomiasis:
    https://www.who.int/schistosomiasis/Schistosomiasis_2012-01.png?ua=1

    Signos clínicos/Diagnóstico
    (fase de estado)

    Esquistosomiasis genito-urinaria

    S. haematobium
    Distribución: África, Madagascar y Arabia

    • Signos urinarios:
      • En zona endémica, toda hematuria macroscópica (orinas rojas al final o durante la micción) debe hacer sospechar una esquistosomiasis urinaria. La hematuria con frecuencia se acompaña de polaquiuria/disuria (micciones frecuentes y dolorosas).
      • En pacientes que se quejan de síntomas urinarios, y especialmente niños y adolescentes, el examen visual de la orina (y la búsqueda de una hematuria microscópica mediante tiras reactivas si el aspecto de la orina es normal) es indispensable.
      • En presencia de una hematuria (macro- o microscópica), administrar un tratamiento presuntivo si no es posible obtenir una confirmación parasitológica (detección de huevos del parásito en la orina).
    • Signos genitales:
      En la mujer, signos de infección genital (leucorrea blanco-amarillenta o sanguinolenta, prurito, dolores pélvicos, dispareunia) o lesiones vaginales similares a los condilomas o lesiones ulcerativas del cuell outerino; en el hombre, hemoespermia (sangre en el esperma).
    • En ausencia de tratamiento: riesgo de infecciones urinarias recidivantes, fibrosis/ calcificaciones uretrales y vesicales, cáncer de la vejiga; vulnerabilidad ante las infecciones de transmisión sexual y riesgo de infertilidad.
    • En zona endémica, la esquistosomiasis genito-urinaria puede ser un diagnóstico diferencial de tuberculosis urogenital, y en la mujer, de infecciones de transmisión sexual, en particular si en la anamnesis aparece un antecedente de hematuria.

    Esquistosomiasis intestinal

    S. mansoni
    Distribución: África tropical, Madagascar, Arabia, Sudamérica (esencialmente Brasil)

    S. japonicum
    Distribución: China, Indonesia, Filipinas

    S. mekongi
    Distribución: focos a lo largo del Mekong en Laos y Camboya

    S. intercalatum
    Distribución: focos en RDC, Congo, Gabón, Camerún, Chad

    • Signos digestivos (dolores abdominales, diarrea con o sin sangre, intermitente o crónica) y hepatomegalia.
    • Para S. intercalatum: signos digestivos únicamente (dolores rectales, tenesmo, prolapso, diarrea con sangre).
    • En ausencia de tratamiento: riesgo de fibrosis hepática, hipertensión portal, cirrosis, hemorragias digestivas (hematemesis, melenas, etc.), salvo en caso de S. intercalatum (la especie menos patógena, sin lesiones hepáticas severas como en las otras esquiatosomiasis intestinales).
    • El diagnóstico se confirma por detección de huevos del parásito en las heces.
    • En ausencia de posibilidad de diagnóstico fiable: en regiones dónde la esquistosomiasis intestinal es frecuente, la presencia de diarrea (en particular sangrante) con dolores abdominales y/o hepatomegalia puede ser un diagnóstico presuntivo que motive el tratamiento.

     

    Tratamiento

    prazicuantel VO [1] Citation 1. Treatment Guidelines from The Medical Letter. Vol. 11 (Suppl). Drugs for Parasitic Infections. 2013.
    https://www.uab.edu/medicine/gorgas/images/docs/syllabus/2015/03_Parasites/RxParasitesMedicalLetter2013.pdf [Accessed 25 May 2020]
    [2] Citation 2. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Schistosomiasis. Resources for Health Professionals. 2018.
    https://www.cdc.gov/parasites/schistosomiasis/health_professionals/index.html#tx [Accessed 25 May 2020]

    Niños de 4 años y más y adultos b Citation b. En las mujeres embarazadas, el prazicuantel puede administrarse en el tratamiento de la esquistosomiasis. :

    • S. haematobium, S. mansoni, S. intercalatum: 40 mg/kg dosis única o 2 dosis de 20 mg/kg administradas con un intervalo de 4 horas
    • S. japonicum, S. mekongi: 2 dosis de 30 mg/kg o 3 dosis de 20 mg/kg administradas con un intervalo de 4 horas

     

    Notas
    Referencias